jueves, 17 de marzo de 2016

MIS PINTURAS. IGLESIAS DE ZAMORA II

 
SANTA LUCÍA Y SAN CIPRIANO
No sé cuántas veces pasé por esta plaza de Santa Lucía en mis idas y venidas, a los Salesianos primero, y luego al Instituto. Plaza cuya vista se veía enriquecida por la iglesia de su nombre y el campanario de la de San Cipriano. La espadaña de una, con su nido de cigüeña, y la torre cuadrada del templo hermano, siempre estarán juntos en mi memoria. No olvidaré nunca los 13 de diciembre, festividad de Santa Lucía, patrona de los ciegos, en que toda la familia íbamos a su iglesia a venerar las reliquias de la mártir, cuya imagen se representa portando una bandeja con sus ojos. Ni olvidaré la noche de los Jueves Santos de mi infancia en que el Yacente en andas, imponente imagen atribuida a Gregorio Fernández, tras descender por la empinada cuesta de San Cipriano, se detenía en la plaza para cantar el Miserere (de un tiempo a esta parte se hace en la plaza de Viriato). Era un momento único abierto a la meditación y a la fe. En la pintura me  imagino las dos iglesias unidas por cruces aladas y transparentes. Como los recuerdos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario