domingo, 29 de diciembre de 2013

LOS POEMAS DE MIS AMIGOS

José Jurado Morales




Le toca el turno, por fin, al poeta maestro de poetas en torno al cual nos formamos quienes fuimos parte de la tertulia que él dirigía en su casa del Conde Borrell de Barcelona. José Jurado Morales (Linares, Jaén, 1900-Puente de la Reina, Navarra, 1991), aunque estudió Farmacia, su quehacer fundamental fue la creación literaria, en la que destacó como novelista (La hora de anclar, La vida juega su carta, Un hombre de la C.N.T...) y especialmente como poeta. Su obra lírica empezó cuando el gran Antonio Machado le publicó en la revista España uno de sus poemas tras leer su primer libro Canciones humildes (1923). Desde entonces no dejó de dar a conocer títulos de su honda y directa poesía: Hora morena, Manantial soleado, La pisada en el viento, Cuenco de arcilla, Sombras anilladas (Premio Ciudad de Barcelona, 1961), Aliento remansado, Poema de Linares, Acordes en la puesta de sol, Cuenco de soledades, Remansada armonía...

A su  muerte, unos cuantos fieles seguidores (entre otros, Amparo Cervantes, Pepe Membrive, Visi Beato, Milagros Martín, Encarna Fontanet, Esther Bartolomé, Vicente Rincón, Antonio Matea, José Carreta...), identificados como Grupo Azor (en recuerdo de la Tertulia y el Cuaderno que dirigía con sabia mano el propio Jurado) le rendimos un sentido homenaje enforma de libro, al que titulamos intencionadamente El eterno vuelo del azor, cuyo prólogo (me tocó el inmenso honor de escribirlo) empieza con estas palabras: "Para trazar la semblanza de Pepe Jurado nos basta recordar cualquier sábado de aquellos en que avanzaba la tertulia bajo su magisterio con otro ritmo diferente del tiempo que volaba al otro lado de los cristales...". El libro, además de nuestras sentidas participaciones, se enriquece con una breve antología poética del homenajeado.

He aquí una muestra de su buen hacer poético, el SONETO que encabeza el poemario Remansada armonía (Rondas, 1982), que resume perfectamente su estilo sereno y musical.


"Me llega en mi remanso la armonía
para quedarse en él ya aposentada
--calco de mi vivir-- huella dejada
en estos senderillos de poesía.

Si breve es este libro, es mi alcancía
que os ofrezco a vosotros bien colmada,
compendio de mis horas de alborada
y de mi atardecer, hora sombría.

Reflejo del pasado y del presente
de un hombre pechiabierto, sensitivo,
de corazón colmado de ternura,

que en su hora crucial, desvanescente,
se ahínca en el poético motivo
para espaciar el fin de su andadura."

jueves, 19 de diciembre de 2013

LOS POEMAS DE MIS AMIGOS

Esther Bartolomé







A  Esther Bartolomé Pons (Barcelona, 1952), le debo, además de una amistad sin condiciones, el hecho de haber entrado a formar parte de la tertulia Azor, después de haber enviado a la tertulia mi primer libro Cangilones de vida (Casals, Barcelona, 1978), pues Esther fue quien, en nombre de Jurado Morales y el resto de contertulios, respondió a la carta que incluí con el libro. Desde entonces hemos coincidido en numerosos actos poéticos, desde recitales hasta entrevistas en la radio, pasando por la Antología Breve de Veinte Poetas que Ediciones Rondas dio a la luz pública en 1980. Colega en la enseñanza y licenciada como yo en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, es, además de una fina poetisa, una excelente crítica literaria pues ha colaborado en revistas especializadas con trabajos sobre Lope de Vega, Aldana, Bécquer y otros, y ha publicado el libro de ensayo Miguel Delibes y su guerra constante (Ámbito Literario, Barcelona, 1979). Como poetisa, destacan los sonetos que publicó en el periódico Campo Soriano y los poemas incluidos en la Antología ya mecionada.

He aquí el soneto de Campo Soriano titulado 


Mío 

Me sacaron del mar para quererte.
Te quise como sólo quiere un sueño.
Soñé que tú eras mío y tú mi dueño.
Amarte así, y soñarte, fue perderte.

Bajaste de los sueños. Pude verte.
Tomé de ti --ansioso pedigüeño--
el néctar venusiano del ensueño
que inyecta en la mirada conocerte.

Busqué en tus ojos la palabra "amada!;
y en tus brazos --edenes perfumados--,
mi YO perdido en TI (¡Ay, desdichada,

aún crees en paraísos recobrados!).
 Eres mío, por fin: eres mi nada
que emerge de tus besos sepultados.



lunes, 9 de diciembre de 2013

LOS POEMAS DE MIS AMIGOS

Vicente Rincón



















Fiel asistente y activo participante en la tertulia Azor, Vicente Rincón (Barcelona, 1930- 2002) me honró con su amistad desde 1979, año en que logró el Premio de Poesía Castellana con Nuevos Poemas, Nuevos Silencios, hasta el mismo año de su muerte, en que, durante una breve mejoría de la cruel enfermedad que padecía, pudimos asistir juntos a la tertulia Diálogos Literarios, continuación de la de Azor. En medio, participamos en las mismas actividades poéticas (recitales, publicaciones, premios...). Además del poemario mencionado, dio a conocer otros de altísima calidad, como Humana dimensión, Vírgenes y minotauros, Presencia de Argos o Memoria de la piedra, del que extraemos el siguiente poema:

"Dice el poeta
en la noche caída en desgracia:
soy torpe fémur,
omoplato hundido,
tibia de cadáver,
tronco fragmentado,
soy un despojo del paso del tiempo,
víctima del tribunal de la desolación,
imagen atroz, contaminada,
una cruz sin lápida que se levanta
en memoria de la inútil inteligencia.

Pero tú, piedra,
austera, sencilla y difícilmente geométrica,
me devuelves
el tacto, el sonido, el sabor,
la presencia, el bálsamo
de mi sustancia humana,
que tuvo para la hierba
manos encendidas y acariciantes,
para el pájaro
exquisita fiebre de enamorado,
para el agua
lágrimas afortunadas, sentimientos
que prodigaron claridades sublimes,
turbadoras quietudes,
mil años de felicidad en un instante.

Porque tú, piedra solitaria y adusta,
has recobrado para mí
el espíritu perdido del poeta,
su razón de ser en la palabra,
su circunstancia en la belleza,
su vértigo y su delirio.
Qué generoso legado el tuyo."

martes, 3 de diciembre de 2013

LOS POEMAS DE MIS AMIGOS

Encarna Fontanet





A Encarna Fontanet, nacida en Guardamar del Segura (Alicante), también la conocí en la tertulia de José Jurado Morales, como a todos los amigos anteriores, a finales de los setenta, y desde entonces hemos compartido momentos emotivos entorno a la poesía. Actualmente vive en Vinaroz y desde allí me sigue confesando que lo que la mantiene en vida es leyendo y escribiendo poesía. Exquisita y elegante poetisa, tiene en su haber numerosos poemarios, desde aquel primero En mitad del ahora que le publicó La isla de los ratones (Santander, 1980) hasta el último, Ante los tres peldaños, que consiguió el Premio de Poesía Almedina en 2011, pasando por Amaranto, Desde oscuros limos, Peramo o La sombra del tejo, algunos de los cuales tuve el honor de presentar en el Ateneo de Cerdanyola. Su poesía es honda y altamente espiritual y aparece vertida en poemas concisos  y versos cortos.
Al primer libro citado pertenece el siguiente poema, dedicado a su hijo:

"Hoy todavía,
muy pocas,
se ven cometas.
Algunos niños,
no todos,
saben hacerlas.
Y saben,
veloces 
jinetes
cabalgando en
el viento,
beber azul,
contar estrellas.
Y así vivir,
firmamento en 
sus ojos,
sobre la Tierra."