jueves, 10 de noviembre de 2011

Breve diccionario senequista

Continuamos el Diccionario con las letras B, C y D



B



Beodo

El que disputa con un beodo, disputa con un hombre ausente.

Bien 

Un solo bien puede haber en el mal: la vergüenza de haberlo hecho.

Poco bien alegra al pobre.

El bien se conoce más tarde que el mal.

No hay bien alguno que nos deleite si no lo comunicamos.

Bienes

Mejor es tener bienes, aunque sea para dejarlos, que no tenerlos.

No guardes mezquinamente tus bienes, ni los derrames con prodigalidad.

Bondad

Nunca nos avergüence si la obra es buena.

Bueno

No es bueno el que es mejor que el malvado.

Quien de verdad quiere ser bueno, lo será.








C



Callar

El que callar no puede, hablar no sabe.

Camino

Alivia el trabajo del camino el compañero elocuente.

No hay camino que no tenga fin.

Castigo

Extremadísima crueldad es dilatar el castigo.

Grosero es el tirano que castiga con la muerte.

Cielo

No es blando el camino del cielo.

Claridad

La sencillez y la claridad distinguen el lenguaje del hombre de bien.

Clemencia

El príncipe que desee sostenerse en el trono, gobierne con clemencia.

Cobardía

Es cobardía menospreciar la vida y valentía resistir las grandes desgracias.

Uno y otro es cobardía: querer y no querer morir.


Codicia

Segura es la codicia del bueno

Codicioso

No puede el codicioso ser agradecido.

Consejo

Debe tomarse consejo conforme al día y, si es posible, conforme a la hora.

Dar consejo es virtud de segundo orden.

Mejor parece a los mozos el peor consejo.

Consuelo

Halla en la desgracia consuelo el que lo prodigó en la prosperidad.

Mal consuelo es tener compañeros de desgracia.

Cruel

Cruel es quien al afligido reprende.

Crueldad

Extremadísima crueldad es dilatar el castigo.

Conceder los ruegos que son en daño del rogador es bondad cruel.

Curiosidad

Curioso es naturalmente nuestro ingenio.







D



Deber

Haz lo que debes y no lo que puedes.

Deleite

De torpes deleites no queda sino el arrepentimiento.

El deleite no es premio ni causa de virtud, sino accesorio provecho suyo.

Aun lo deleites son penosos cuando sin moderación se gozan.

Delito

El delito lleva consigo mismo el castigo.

El que, pudiendo, no evita el delito, lo consiente.

Demencia

Gran remedio es la demencia para los que temen.

Desagradecido

Desagradecido es el que agradeciendo tiene ojo a otro segundo beneficio.

Desagradecido es el que con igual beneficio agradece.

Desdicha

Difícilmente se hallan palabras que retraten al vivo las grandes desdichas.

Llamas a la desdicha cuando dichoso te haces.

Desdichado

Desdichado es el que por tal se tiene.

Nadie es desdichado si no se compara con otro.

Al desdichado le sobran y le faltan pensamientos.

No hay hombre más desdichado que el que nunca probó la adversidad.

Más cuenta tiene con Dios el desdichado que el feliz.

Al desdichado no hacer nada es lo mejor.

Desesperado

No se debe poner la espada en manos del desesperado.


Desgracia

La desgracia es a veces ocasión de virtud.

Naturalmente nos alegra el fin de nuestras desgracias.

No hay desgracia grande que dure mucho.

No sirven de nada las desgracias a aquel que no aprenda de ellas.

Consuelo es en las grandes desgracias el que no pueda sobrevenir otra mayor.

No hay mayor desgracia que la execración pública.

Para mayores desgracias guarda la fortuna a quien favorece.

Tolerable es la desgracia que es común a muchos.

Hasta la desgracia se cansa.

La desgracia imprevista nos hiere más fuertemente.

Halla en la desgracia consuelo el que lo prodigó en la prosperidad.

En las grandes desgracias faltan las lágrimas.

No hay desgracia a la que falte remedio.

Ninguna desgracia es grande si es la última.

Víspera es una desgracia de otra desgracia.

Menos nos duele la desgracia cuando hay testigos.

Menos dolor produce la desgracia que se teme de antemano.

Débil es el que por evitar las desgracias abraza la muerte, y necio el que vive por ellas solas.

Espera vencer a la desgracia el que se considera inocente.

Ligera es la desgracia que puede sufrirse, y la que no, breve.

La desgracia no llega al hombre valeroso.

Alegre nos es el recuerdo de las desgracias pasadas.

Desgraciado

Hasta la muerte huye de los desgraciados.

El desgraciado fácilmente cree.

Los desgraciados se apartan de los que aman mucho.

Muchos son desgraciados, pero los más por nuestra culpa.

Los desgraciados casi nos fuerzan a ser duros e insensibles.

No hay desgraciado que no halle consuelo con la vista de otro más desgraciado.

Deshonor

No es deshonor no alcanzar una cosa, sino cesar de poner los medios.

Destierro

En ninguna parte se siente más la pobreza que en el destierro.

No es destierro el sirio en que estamos seguros.

Dichoso

Dichoso es el que no lo parece a los otros, sino a sí mismo.

Todo es incierto aun al dichoso.

Pocos hay viejos y dichosos.

Diligencia

La diligencia nos parece tardanza cuando deseamos una cosa.

Todo lo vence la porfiada diligencia.

A nuestra diligencia debemos lo que contra la voluntad de otro alcanzamos.

Dinero

Bueno es tener fama, pero más seguro es tener dinero.

Dios

Obedecer a Dios es libertad.

Domicilio

Débese elegir un buen domicilio, útil, no sólo para el cuerpo, sino también para las buenas costumbres.

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