martes, 18 de junio de 2013

CURSO DE LITERATURA COTEMPORÁNEA ESPAÑOLA E HISPANOAMERICANA

Generación del 27 (y II)


Vicente Aleixandre (1898-1984) nació en Sevilla pero su infancia transcurrió en Málaga, donde empezó sus primeros estudios. En Madrid acabó la segunda enseñanza. Terminó Derecho y Comercio y trabajó en una compañía ferroviaria. Cayó enfermo y se fue al campo para curarse. De vuelta a Madrid, dedicó su vida a escribir y logró el Premio Nacional de Literatura. Viajó por varios países de Europa. Fue miembro de la Real Academia y recibió el Premio Nobel en 1977.
 
Al principio le influyó Juan Ramón Jiménez. Pero, inmerso en los postulados del surrealismo, dio a conocer libros como La destrucción o el amor, donde la muerte se fusiona con la pasión amorosa, o  Sombra del paraíso, en el que Málaga se convierte en un edén perdido en el recuerdo del poeta y cobran presencia sus emociones e inquietudes personales. Finalmente, en Historia del corazón, entre otros, aparece también el nosotros, la solidaridad con los demás, sin que por ello desaparezca el amor o la intimidad del propio poeta.

 
 
 
 
 
Federico García Lorca (1898-1936) nació en Fuentevaqueros (Granada) en el seno de una familia rica. Estudió Derecho y Filosofía y Letras en Granada y Madrid. Aquí se instaló en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a importantes figuras de las artes y las letras. Viajó a Nueva York como becario y volvió vivamente impresionado por la experiencia allí vivida. A su regreso a Madrid, se hizo cargo del teatro universitario La Barraca y recorrió España representando obras de nuestro teatro clásico. Pianista virtuoso y apasionado del floklore, dio conferencias y recitales de piano. Dramaturgo excepcional, obtuvo triunfos memorables en Buenos Aires. Fundó la revista literaria Gallo y colaboró en muchas de ellas. Murió asesinado al principio de la Guerra Civil.
 
Con Yerma o La casa de Bernarda Alba destacó como dramaturgo. Y como poeta se dio a conocer con Libro de poemas, influido por Bécquer y Rubén Darío. Le siguieron otros más personales entre los que destacan el Poema del Cante Jondo, que es una fusión entre lo popular y lo culto, el Romancero gitano, un canto dramático a la raza perseguida, convertida en mito, o Poeta en Nueva York, donde habla en verso libre y multitud de rasgos surrealistas del hombre condenado a formar parte del engranaje del progreso que lo aniquila.

 
 
Rafael Alberti (1902-1999) nació en el Puerto de Santa María (Cádiz). Estudió bachillerato en el Colegio de los Jesuitas. Se trasladó a Madrid para dedicarse a la pintura. Cayó enfermo y se retiró a la sierra de Guadarrama, donde empezó a escribir poesía. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía. Viajó por Europa y permaneció un tiempo en Rusia. Se afilió al Partido Comunista. Al acabar la Guerra se exilió a París, Buenos Aires y Roma. De vuelta a España, recibió el Premio Cervantes y otras distinciones antes de morir.
 
De su obra poética destacan, entre otros, los siguientes títulos: Marinero en tierra, rico muestrario de formas populares aprendidas en los cancioneros y romanceros tradicionales españoles; Cal y canto, donde el humor y los influjos gongorinos se dan la mano para tratar temas e imágenes modernas propias del Ultraísmo; o Sobre los ángeles, obra perteneciente a su etapa surrealista en la que expresa la angustia interior del hombre ante un mundo amenazante y sin sentido donde impera la crueldad, la ira, la guerra o la muerte.

 
 
 



 
 
Luis Cernuda (1902-1963) nació en Sevilla. Vivió en Madrid. Fue lector de español en la Universidad de Toulouse. Apoyó la causa republicana, lo que, con la Guerra, le obligó a exiliarse a Inglaterra y  EEUU, donde siguió ejerciendo la docencia. Finalmente, se trasladó a Méjico, donde murió.
 
Toda su poesía está transida de un romanticismo y desarrolla su temática entre el deseo del poeta de realizarse plenamente como persona y la realidad limitadora que lo envuelve. De ahí que reuniera su producción poética bajo el título La realidad y el deseo. Varios son los libros incluidos en él (Un río, un amor, por ejemplo, es de temática muy íntima), Donde habite el olvido (inspirado en Bécquer y cuyo título proviene de un verso del poeta de las Rimas), o Las nubes , que contiene algunas notas religiosas. También escribió un precioso libro de prosa poética, Ocnos, donde echa de menos a su tierra andaluza, y libros de crítica literaria, como Poesía y literatura.

 
 
Miguel Hernández (1910-1942) nació en Orihuela (Alicante) en el seno de una familia humilde. De niño fue pastor de cabras, pero su afición por la lectura le ayudó a formarse. Su vocación poética, temprana, le llevó a participar en las tertulias de su amigo Ramón Sijé. Luego se trasladó a Madrid, donde con la ayuda de su amigo Pablo Neruda, se abrió camino en el mundo de las letras y la política. Cuando estalló la Guerra se alistó en las filas de la República y se casó. Pero detenido por el bando nacional, fue conducido a la cárcel de Alicante, donde murió de tuberculosis, después de haber sufrido la muerte de su primer hijo. 
 
Siguiendo la moda gongorina de la Generación, escribió Perito en lunas, en el que emplea octavas reales para hablar metafóricamente de objetos cotidianos. Su primer libro personal fue El rayo que no cesa, donde trata sus temas más recurrentes: la pasión  amorosa, la fuerza de la vida y la desolación de la muerte; los sonetos que contiene son de una hechura perfecta, pero los tercetos encadenados de la Elegía a Ramón Sijé no les van a la zaga, pues forman además de un llanto lírico, un canto bellísimo a la amistad. De temática muy distinta son otros libros como Viento del pueblo, donde la solidaridad humana o el dolor de la guerra adquieren poderosa presencia. Finalmente, el Cancionero y romancero de ausencias, con estrofas de la lírica tradicional española, nos habla de la soledad de la cárcel o del amor a su esposa y a su hijo.

 
 
Dámaso Alonso (1898-1990), nació en Madrid, fue catedrático de Lengua y Literatura españolas y director de la R.A.E. Además de crítico literario (editó las Soledades, de Góngora, entre otros trabajos), se distinguió como excelente poeta en obras como Oscura noticia y, sobre todo, Hijos de la ira, libro que fue un punto de partida para la poesía desarraigada de la posguerra por sus poemas de inspiración religiosa y tonos duros y angustiosos que reflejan la situación del hombre que expresa su soledad ante un Dios que se muestra ausente.

 
 
Son también poetas destacados del Grupo del 27 Manuel Altolaguirre (1905- 1959) y Emilio Prados (1899-1962), fundadores de la revista Litoral y ambos exiliados tras la Guerra Civil. El primero es autor de Las islas invitadas y el segundo, de Jardín cerrado.


Lectura y actividades
 
1. Lee los textos siguientes y contesta a las preguntas que los acompañan:





1.
"Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño.
 
Mástil de soledad, prodigio isleño;
flecha de fe, saeta de esperanza.
Hoy llegó a ti, riberas del Arlanza
peregrina al azar, mi alma sin dueño.
 
Cuando te vi, señero, dulce, firme,
qué ansiedades sentí de diluirme
y ascender como tú, vuelto en cristales,
 
como tú, negra torre de arduos filos,
ejemplo de delirios verticales,
mudo ciprés en el fervor de Silos.
(Versos humanos, de G. Diego)
 
2.
"Basta, tristeza, basta, basta, basta.
No pienses más en esos ojos que te duelen,
en esa frente pura encerrada en sus muros,
en ese pelo rubio, que una noche ondulara.
¡Una noche! Una vida, todo un pensar,
todo un amor, toda una dulce sangre.
Toda una luz que bebí de unas venas,
en medio de la noche y en los días radiantes.
Te amé... No sé. No sé qué es el amor.
Te padecí gloriosamente como a la sangre misma.
Como el doloroso martillo que hace vivir y mata.
Sentí diariamente que la vida es la muerte.
Supe lo que es amar porque morí a diario.
Pero no morí nunca. No se muere. Se muere...
Se muere sobre un aire, sobre un hombro no amante.
Sobre una tierra indiferente para los mismos besos.
Eras tan tierna; eras allí, remotamente, hace mucho,
eras tan dulce como el viento en las hojas,
como un montón de rosas para los labios fijos..."
(Mundo a solas, de V. Aleixandre)
 
3.
"Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rompen las copas
de la madrugada.
Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es imposible
callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible
callarla.
Llora por cosas
lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
¡Oh guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas."
(Poema del Cante Jondo, de Lorca)




a) Enuncia el tema de cada poema. Búscales un título adecuado. Razona tu respuesta.
b) ¿Qué clase de composición es la de Gerardo Diego? Escribe su esquema métrico.
c) Analiza la métrica del texto de Aleixandre (versos, rima, encabalgamientos...)
d) Haz lo mismo con los versos de Lorca. ¿Hay estribillos, versos que se repiten? Explica por qué.
e) Enumera todas metáforas del poema de Diego. Y luego cita el término real al que se refieren todas.
f) Localiza las anáforas, las paradojas y las comparaciones presentes en el texto de Aleixandre.
g) Analiza las metáforas, las comparaciones, las anáforas y las personificaciones del poema de Lorca.
h) ¿Qué tipos de personas hablan en los tres textos? ¿Son descripciones, diálogos o narraciones?

 


 
  


TEXTO COMENTADO.

 Un poema de El rayo que no cesa,
de M. Hernández

 

"Como el toro he nacido para el luto
y el dolor, como el toro estoy marcado
por el hierro infernal en el costado
y por varón en la ingle con un fruto.

Como el toro lo encuentra diminuto    5
todo mi corazón desmesurado,
y del rostro del beso enamorado,
como el toro a tu amor se lo disputo.
 
Como el toro me crezco en el castigo,
la lengua en corazón tengo bañada          10
y llevo al cuello un vendaval sonoro.

Como el toro te sigo y te persigo,
y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro.

 


SITUACIÓN

A Miguel Hernández se le considera un epígono del Grupo del 27. Dentro de su apasionada obra poética destaca El rayo que no cesa, un poemario de una fuerza irresistible cuyos temas recurrentes son la pasión de amor, el dolor, el destino trágico del hombre y la muerte. En el poema que estudiamos está presente el destino triste del poeta, nacido para el luto y el dolor.


 CONTENIDO

El poeta afirma que ha nacido, como el toro, varón, y para sufrir (primera parte, primera estrofa). Que posee un corazón enorme para amar y lucha por lo que quiere con la fuerza del toro (segunda parte, segunda estrofa). Como el toro acepta su destino de castigo y lo expresa con toda su pasión (tercera, parte, tercera estrofa). Finalmente, declara su amor aunque sabe que quedará reducido al deseo y burlado como el toro (cuarta parte, cuarta estrofa). 

 
ANÁLISIS

La estructura externa del poema forma un soneto, catorce endecasílabos agrupados en dos cuartetos y dos tercetos; por lo que su esquema métrico es 11A 11B 11B 11A 11A 11B 11B 11A 11C 11D 11E 11C 11D 11E.  Los encabalgamientos se dan, sobre todo en el primer cuarteto y en los versos 5-6 y 10-11. La comparación con el toro viene ya indicada desde el primer verso del poema y se va repitiendo al principio de cada estrofa ("como el toro..."), formando de paso una anáfora que insiste en el tema. Deben notarse las metáforas del corazón ("el hierro infernal en el costado"), los atributos masculinos ("por varón en la ingle con un fruto"), la lengua apasionada y cantarina ("la lengua en corazón tengo bañada", "llevo al cuello un vendaval sonoro"). Las aliteraciones son frecuentes ("como el toro estoy marcado...", "hierro infernal...", "por varón en la ingle con un...", "Como el toro lo encuentra diminuto...", etc.). Y repeticiones de sílabas de palabras diferentes ("...diminuto todo...") y de formas verbales con lexemas comunes ("...te sigo y te persigo..."). Y antítesis que muestran la fuerza de su contradictorio destino ("diminuto-desmesurado"). Nótese, finalmente, que la comparación con el toro parece no terminar o, simplemente, dar la vuelta para comenzar sus quejas (ver el último verso).

 
CONCLUSIÓN

El hecho de compararse el poeta con el toro muestra el tono impetuoso y arrebatador de la poesía de Miguel Hernández. Varón, nacido en el castigo, nacido para amar la vida apasionadamente y para morir. Parece mentira que en un soneto (jaula para encerrar las palabras) se haya podido decir tanto.

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