Siempre late en el alma una casa
que nos sigue nombrando en el tiempo.
Es la casa de infancia, una casa
que es verano sin pausa y eterno.
Ese prístino nido conserva
el color de los bellos recuerdos.
No el fulgor de la luz de la tarde
en la cálida flor de los tiestos
ni el temblor de las pálidas sombras
en las rojas baldosas del suelo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGRKPMHEncyDARiBvqGCKkWMoO1uBcCsmwZ5zciCqPwYNFvFmaoh-_QOYpjDxvo4hfHwQCuSBis8t9NBZ67dIJtzjkUDOvA4FzHvK8xVhJEQlcL0L7bv0NA9IWG3CK2qJew5qogO7-q5I/s400/001.JPG)
El color del que hablo es la magia
que la madre tenía en sus dedos.
A su tacto, las cosas pequeñas
se volvían sagradas.
Un gesto
suyo abría una puerta a la calma,
desterraba al olvido los miedos.
Mientras ella vivió con nosotros
no podía ningún mal vencernos.
Siempre atenta, convirtió la casa
de la infancia en un verano eterno.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggFUA9lAAZXE0XOTKg283DsnXjiuMUpv91r7jAZUr5w1bcJoyWotVH6qg7SwdS0P95RGP6JaQHQTffXWJKDlFu20MLd-Qymnl5Ywbcep-IpZ67fI_cyNpJ3ZXCD1lxgh71XVAt6PfGGj4/s400/005.JPG)
Sigue aún su color en el alma,
su color de ternura.
Y aún siento
que me llena de luz y de calma
su brillante y tranquilo recuerdo.
que nos sigue nombrando en el tiempo.
Es la casa de infancia, una casa
que es verano sin pausa y eterno.
Ese prístino nido conserva
el color de los bellos recuerdos.
No el fulgor de la luz de la tarde
en la cálida flor de los tiestos
ni el temblor de las pálidas sombras
en las rojas baldosas del suelo.
El color del que hablo es la magia
que la madre tenía en sus dedos.
A su tacto, las cosas pequeñas
se volvían sagradas.
Un gesto
suyo abría una puerta a la calma,
desterraba al olvido los miedos.
Mientras ella vivió con nosotros
no podía ningún mal vencernos.
Siempre atenta, convirtió la casa
de la infancia en un verano eterno.
Sigue aún su color en el alma,
su color de ternura.
Y aún siento
que me llena de luz y de calma
su brillante y tranquilo recuerdo.
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