viernes, 21 de octubre de 2011

EN EL CAMINO DIARIO

CAMINANDO POR LA VIDA

                                                A Nato (75)



Caminando por la vida, como quien no hace la cosa,
                        llegas al pie de otro otoño dispuesto a beber su copa.
De un trago experto la bebes mientras miras a las sombras
que se van quedando atrás entre las vividas rosas.
Luego te pones de pie, saludas a las personas
que te rodean, y bajas a la calle donde doran
al sol los quietos membrillos de las expectantes horas.

Te mercas el fiel Periódico: el Madrid va viento en popa,
aunque a un punto del rival sempiterno, el Barcelona;
rellenas el crucigrama, ¡ah, el secreto del idioma!;
lees las últimas noticias, muy malas las económicas;
y, resolviendo el sudoku, llegas al bar de la zona
donde la cerveza escribe su exacta luz en tu boca.


Y caminas por octubre, para ti mágica alfombra,
planeando otros viajes y extrayendo de la noria
de tus sueños agua eterna que te venga de Zamora,
de su fiel Semana Santa y de su vetusta historia,
de los pasos que tu gente sembró allí en pasadas horas
desde el Puente a Santa Clara, en las luces y en las sombras.


Caminando por la vida, como quien no hace la cosa,
vas cumpliendo otros otoños, viendo abrirse nuevas rosas,
y lo que es más importante: siendo tan buena persona
y amando como tú amas lo que ama tu memoria.

                                                    Caldetas, 16 de octubre de 2011

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