GENERACIÓN DEL 98 Y MODERNISMO (2)
Pío Baroja (1872-1956) nació en San Sebastián. Durante su
juventud residió en Pamplona y Madrid, donde estudió Medicina. Ejerció esta
profesión en Cestona. Después se instaló definitivamente en Madrid (los
veranos, en su casa de Vera de Bidasoa). Abrió una panadería y se dedicó al
periodismo y a la literatura. Viajó por Europa. Fue miembro de la R.A.E.
Solitario y de espíritu independiente, mostró siempre su desprecio por las
convenciones humanas.
Escribió poesía, una colección de narraciones
históricas, cuyo protagonista fue Eugenio Aviraneta, un libro de memorias y muchas novelas, entre las cuales destacan las siguientes: Zalacaín el aventurero, perteneciente a
la trilogía Tierra vasca, refleja
como ninguna otra el ideal del escritor: la acción frente a la reflexión, pues
Martín Zalacaín, aventurero convencido e involucrado en la segunda guerra
carlista, representa el hombre al que Baroja, tranquilo y pacífico, le hubiera
gustado ser. Camino de perfección (de
La vida fantástica) relata el camino
de destrucción (al contrario del seguido por Santa Teresa de Jesús en su libro
de mismo título) que sigue Fernando Osorio, personaje contradictorio, como
Baroja, entre revolucionario y abúlico. La
busca, perteneciente a la trilogía social La lucha por la vida, junto
con otras novelas como Mala hierba, narra
las vicisitudes del protagonista Manuel Alcázar en el Madrid de finales del
siglo XIX, en un ambiente de pícaros, prostitutas y proletarios, por llegar a
conseguir un trabajo y una vida de bienestar. O El árbol de la ciencia (de La raza), acaso la novela más representativa de Baroja pues, además de incluir rasgos autobiográficos del autor, muestra
las inquietudes de la Generación del 98. En ella el protagonista, Andrés
Hurtado se hace médico y ejerce durante un tiempo; sin embargo, decepcionado
por las costumbres de la sociedad que le rodea, regresa a Madrid, donde tampoco
encuentra descanso para su escéptico modo de ver la vida; cree, finalmente,
hallar la solución en el amor y el matrimonio, pero primero la muerte de su
esposa Lulú y luego la de su hijo, lo llevan al suicidio.
Baroja sacrificó lo académico y las
normas gramaticales a cambio de lograr la exactitud,
precisión, claridad y rapidez en
sus novelas. Buen escritor del 98, mostró aborrecimiento por la grandilocuencia
de la literatura del siglo XIX. Prefiere el habla corriente de la calle, el de
la gente de acción y valiente del país Vasco o el de los habitantes de los
barrios bajos de Madrid. Sus novelas reflejan fielmente el mundo que lo rodea.
Y como lo que observa le parece negativo, por sus páginas desfila un hondo
pesimismo, que no escatimó siempre que lo consideró necesario.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
nació en Villanueva de Arosa. Estudió el bachillerato en Pontevedra y Derecho
en Santiago. Dejó los estudios y se fue a México, donde trabajó de periodista.
Luego volvió a Galicia. En 1895 apareció en Madrid con sus típicos quevedos,
melenas y barbas largas. Llevó una vida de bohemia y constantes disputas con
otros escritores. Se casó con la actriz Josefina Blanco y viajó por América del
Sur dirigiendo la compañía teatral de María Guerrero. Después alternó su
vivienda entre Madrid y su tierra natal. Fue carlista, atacó a la Dictadura y sufrió
cárcel varias veces. Fue director de la Academia Española
de Roma. Finalmente, a consecuencia de un cáncer murió en Santiago de
Compostela.
Escribió poesía de rasgos modernistas como Aromas de leyenda, y otra de marcado tono caricaturesco, muy
cercano a lo que él llamó "esperpento", en el caso de La pipa de Kif. Sin embargo, supo
mezclar ambos estilos en libros como El
pasajero.
También cultivó el cuento, una de cuyas colecciones más
conocidas es Jardín umbrío, donde se
dan la mano historias de santos, ladrones, almas en pena, amores y asuntos
mágicos y terroríficos como los titulados Juan
Quinto o El miedo.
Y la novela, algunos de cuyos títulos más conocidos fueron las cuatro Sonatas, donde relata las aventuras del
marqués de Bradomín en un ambiente
refinado y sensual. En el grupo de novelas llamado El ruedo Ibérico trató de pintar la sociedad española desde finales del reinado de
Isabel II hasta la llegada al trono de su hijo Alfonso XII, en una especie de crónicas novelescas documentadísimas en la
historia y empleando rasgos
esperpénticos. Mencionaremos también Tirano
Banderas, que para muchos fue la primera novela esperpéntica del
autor y donde mezcla sabiamente la temática ambiental, la acción y la crónica
narrativa; la figura del tirano Santos Banderas fue precedente de El señor presidente, del guatemalteco
Miguel Ángel Asturias.
Dentro del teatro cultivado por Valle-Inclán sobresale la tragicomedia
esperpéntica Divinas palabras que, situada en la Galicia rural y mágica
llena de feriantes y hechiceros, tiene como eje a Laureaniño el Idiota, un
enano hidrocéfalo, que va en un carretón por ferias y romerías y cuya
deformidad es explotada por los hermanos de su madre Juana la Reina , una vez fallecida
ésta.
Luces de bohemia, para muchos la
mejor obra dramática de Valle-Inclán, explica la teoría del esperpento en boca
del poeta ciego Max Estrella que, acompañado de Don Latino, personaje hipócrita
y egoísta que le sirve de guía, adquiere altura clásica en medio de una
sociedad degradada e innoble.
El estilo de Valle-Inclán empieza siendo modernista, musical y hecho para disfrute de los sentidos y acaba
empapándose de ironía que lo
transforma todo, paisaje, personajes y tema, en caricatura, dando paso así a lo
que él denominó la teoría del esperpento,
deformación sistemática de la realidad por medio de la mezcla de lo trágico y
lo cómico y la búsqueda insistente de los contrastes y las disonancias.
Rubén Darío (1867-1916), máximo representante del Modernismo, nació en Metapa (Nicaragua) en el seno de una familia
criolla. Estudió con los jesuitas y estuvo empleado en la Biblioteca Nacional.
Cosmopolita y viajero, visitó América y Europa. En España introdujo el
Modernismo y se relacionó con los escritores del 98. Ejerció el periodismo. Muy enfermo,
volvió a su tierra para morir.
Su obra poética comienza con
Azul,
libro en el que hay prosa poética, cuentos, romances, silvas y sonetos
alejandrinos como el titulado Caupolicán. Con Prosas
profanas alcanza su máxima altura (colorido, musicalidad, alusiones
mitológicas, palacios, princesas, cisnes…). La Sonatina es uno de
sus poemas más representativos, escrito en sextinas y con rimas agudas y
esdrújulas. También es memorable el Responso dedicado a su admirado
Verlaine y escrito en alejandrinos y eneasílabos.
En
Cantos de vida y esperanza canta Darío a España y a
Hispanoamérica con fe y optimismo. A este libro pertenecen algunos de los
poemas más celebrados del autor, como Letanía de Nuestro Señor don Quijote, La marcha triunfal o
La canción de otoño en primavera.
Lecturas y actividades
1.Lee el siguiente fragmento perteneciente a la Escena XII de Luces
de bohemia de Valle- Inclán y contesta
las preguntas:
"(Rinconada
en costanilla y una iglesia barroca por fondo. Sobre las campanas negras la
luna clara. DON LATINO y MAX ESTRELLA filosofan sentados en el quicio de una
puerta. A lo largo de su coloquio, se torna lívido el cielo. En el alero de una
iglesia pían algunos pájaros. Remotos albores de amanecida. Ya se han ido los
serenos, pero aún están las puertas cerradas. Despiertan las porteras.) (...)
MAX.- Préstame tu
carrik, Latino.
DON LATINO.- ¡Eres
fantástico!
MAX.- Ayúdame a
ponerme en pie.
DON LATINO.-
¡Arriba, carcunda!
MAX.- ¡No me
tengo!
DON LATINO.- ¡Qué
tuno eres!
MAX.- ¡ Idiota!
DON LATINO.- ¡La
verdad es que tienes una fisonomía algo rara!
MAX.- ¡Don Latino
de Hispalis, grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!
DON LATINO.- Una
tragedia, Max.
MAX.- La tragedia
nuestra no es tragedia.
DON LATINO.- ¡Pues
algo será!
MAX.- El
esperpento.(...).
DON LATINO.-
¡Estás completamente curda!
MAX.- Los héroes
clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento. El sentido
trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente
deformada.
DON LATINO.- ¡Miau!
¡Te estás contagiando!
MAX.- España es una deformación
grotesca de la civilización europea.
DON LATINO.- ¡Pudiera! Yo me
inhibo.
MAX.- Las imágenes más bellas, en
un espejo cóncavo, son absurdas.
DON LATINO.- Conforme. Pero a mí me
divierte mirarme en los espejos de la Calle del Gato.
MAX.- Y a mí. La deformación deja
de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética es
transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO.- Y, ¿dónde está el
espejo?
MAX.- En el fondo del vaso.
DON LATINO.- ¡Eres genial! ¡Me
quito el cráneo!
MAX.- Latino, deformemos la
expresión en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable
de España.
DON LATINO.- Nos mudaremos al
Callejón del Gato. (...)
MAX.- No me siento las manos y me
duelen las uñas. ¡Estoy muy malo!
DON LATINO.- Quieres conmoverme,
para luego tomarme la coleta.
MAX.- Idiota, llévame a la puerta
de mi casa y déjame morir en paz.
DON LATINO.- La verdad sea dicha,
no madrugan en nuestro barrio.
MAX.- Llama."
a) Averigua en una enciclopedia o en
Internet el contenido de Luces de bohemia,
explica su argumento y sitúa dentro de él el fragmento presente.
b) Señala la acotación teatral del
texto y explica la descripción de la llegada de un nuevo día.
c) Indica las frases del texto que
explican la teoría del esperpento.
d) Busca información sobre Goya en
un libro de arte, una enciclopedia o Internet
y explica qué relación guarda el pintor con la teoría del esperpento.
e) ¿Qué significan las palabras y expresiones siguientes: "carcunda",
"tuno", "curda", "cabestro", "carrik", "el
buey Apis", "me quito el cráneo", "tomarme la coleta"?
TEXTO COMENTADO. Fragmento de Mala hierba, de Pío Baroja.
“La superioridad del espíritu de
Langairiños no le permitían suponer que un hombre que no fuera él valiese más
que otro.
Su obra maestra era un artículo
titulado “Todos golfos”. Se trataba de una conversación entre un maestro del
periodismo –él—y un aprendiz de periodista.
Aquel derroche de sal ática
terminaba con este rasgo de humor:
El aprendiz.- Hay que tener
principios.
El maestro.- En la mesa.
El aprendiz.- Hay que decir con
verdadera crudeza al país.
El maestro.- Se le van a
indigestar. Acuérdese usted de los
garbanzos de la casa de huésped.
El Superhombre escribía siempre
así, de un modo terrible, shakesperiano.
A consecuencia del desgaste cerebral
producido por sus trabajos intelectuales, el Súper se encontraba neurasténico,
y para curar su enfermedad tomaba glicerofosfato de cal en las comidas y hacía
gimnasia.”
SITUACIÓN
Pío Baroja es el novelista por
excelencia de la Generación del 98. Entre sus novelas destaca Mala hierba, perteneciente a la trilogía
La lucha por la vida, donde Manuel
Alcázar, el protagonista, lucha en un Madrid difícil por salir adelante. En su
camino se encuentra a personajes curiosos como el Langairiños del texto.
CONTENIDO
El texto en su concisión, exactitud
y brevedad se limita a retratar al periodista Langairiños en dos apartados: en
el primero se alude a sus aires de superioridad, ironía, ocurrencia, y con
estilo shakesperiano... Conviene citar el título de su obra maestra, Todos golfos, por lo que aporta; en el
segundo apartado se habla de su enfermedad y sus causas ( está neurasténico por
el desgaste cerebral que implica su trabajo; por ello se ve obligado a
medicarse y hacer gimnasia.
ANÁLISIS
El narrador, omnisciente, habla de
Langairiños en tercera persona y en pretérito imperfecto (propio de la
descripción: no le permitían suponer, era, terminaba, escribía, se encontraba,
tomaba...), excepto en el diálogo (perífrasis obligativas en presente). Hay dos
lenguajes diferentes: el del retrato de Langairiños (que se hace de dos
maneras: por lo que dice de él el narrador omnisciente y por lo que dice de él
el maestro de periodismo, que es el propio Langairiños en el texto teatral) y
el del diálogo. Nótese la perífrasis del primer párrafo para decir que no había
nadie superior a él) o la ironía en sus réplicas al aprendiz; la primera,
"en la mesa"( a la afirmación de
"hay que tener principios"); y la segunda, respecto a criticar
duramente al país, con la referencia a la indigestión de los garbanzos de la
pensión. Que no es otra cosa que una metáfora (crítica dura al país=indigestión
alimenticia). Asimismo, conviene destacar la presencia del narrador omnisciente
en el juego que hace con los apodos del maestro periodista y su superioridad
(Superhombre, Súper). también emplea el narrador el tono de zumba en el último
párrafo del texto ("desgaste cerebral producido por sus trabajos
intelectuales"). No podían faltar las referencias médicas tan abundantes
en la novelística de Baroja (desgaste cerebral, neurasténico, enfermedad,
glicerofosfato de cal...)
CONCLUSIÓN
Este texto es un ejemplo de la
eficacia de expresión del autor vasco. Con las menos palabras posibles, la
exactitud, la claridad y la rapidez que le caracterizan, retrata el modo de
ser, de hacer y decir del periodista Langairiños.